Debo reconocer que me ha acercado a este tomo con el recelo de ver, a priori, una obra nacida bajo la sombra de un crossover; lo que viene a ser en términos generales una mierda como un castillo. Pero el plantel de dibujantes que tiene y el excelente tratamiento que se le está dando a este suceso en la serie del Capi, me han hecho hacerme con el tomo.
Consecuencias de una muerte. ¿Qué pasa en la comunidad superheróica cuando uno de sus mitos cae? Jeph Loeb, el infame para muchos, trata estos cinco números como las cinco fases que tiene que pasar alguien para superar una muerte (teoría psicológica muy manida en los USA); y lo hace cogiendo a diversos personajes Marvel como Lobezno (como siempre), Spiderman (como no), Ojo de Halcón (en la historia más floja de las cinco, y la que menos respeto tiene hacia la continuidad) y sobre todo Iron Man.
He de reconocer que aparte del despliegue visual de la miniserie, la historia me ha gustado, gracias, más que con las situaciones, con los diálogos que plantea Loeb. La humanidad subyace por encima de los poderes de los grandes superhéroes y eso lo ha plasmado el guionista con un trabajo muy por encima de su media.
Atención al número prólogo de de Bendis y Maleev: una declaración de intenciones de Tony Stark ante el cadáver de su amigo, que supone una especie de redención del personaje ante la imagen de villano que se ha labrado en Civil War o Spiderman. Claro, pero eso se rompe en el número, de este mismo tomo, donde se pasa el legado del Capi por los cojones... y no sigo porque sería spiler...
Un buen tomo, sí señor.
