
O lo que es lo mismo, el primer volumen de la etapa de Brian Azzarello en Hellblazer. Un primer tomo caracterizado por un notable apartado gráfico de Richard Corben y un cambio radical en el punto de vista de John Constantine. El brujo inglés se marcha de aventuras en los USA y de olvida sus monólogos para dejar que los personajes y el ambiente hablen por él. Primero, una cárcel y luego un pueblo perdido en el corazón de América.
Diálogos envenenados, magia casi inexistente, personajes sórdidos... Un retrato surrealista de un país ajeno a nuestro héroe que resulta entretenido y un soplo de aire fresco a un personaje demasiado aficionado a la humedad de Reino Unido. John Constantine sigue siendo un cabrón pero cambiado de paisaje. Un etapa interesante, bien resuelta, bien escrita y digna de una oportunidad.
Diálogos envenenados, magia casi inexistente, personajes sórdidos... Un retrato surrealista de un país ajeno a nuestro héroe que resulta entretenido y un soplo de aire fresco a un personaje demasiado aficionado a la humedad de Reino Unido. John Constantine sigue siendo un cabrón pero cambiado de paisaje. Un etapa interesante, bien resuelta, bien escrita y digna de una oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario