




Marvel Zombies es cualquier cosa menos calidad. Y su significado no es otro que representar el tipo de cómic que se promueve en la editorial, sin otro argumento que el golpe de efecto fácil.
El dibujante de Marvel Zombies no es capaz de reflejar truculencia. No tiene siquiera la capacidad para mostrar el horror que se podría esperar de la “historia”.




autoridad.
1. f. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o de derecho.
2. f. Potestad, facultad, legitimidad.
3. f. Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia.
4. f. Persona que ejerce o posee cualquier clase de autoridad.
6. f. Texto, expresión o conjunto de expresiones de un libro o escrito, que se citan o alegan en apoyo de lo que se dice.
Después de este inciso filológico. Tengo el honor de reseñar el volumen 1 de "The Authority", el tochaco de Norma, los 12 números que cuentan las primeras aventuras del grupo guionizadas por Warren Ellis y dibujada por un Bryan Hitch molón, molón y con un aire a lo Alan Davis que no le queda nada mal.
Authority es un hijo de un época donde los superhéroes estaban anquilosados. No existían ni los Ultimates, ni Nextwave y todo se fraguaba a base de mallitas, historias de toda la vida y buenas intenciones. Authority se plantea como un entretenimiento de magnitudes épicas y un aire fresco y de múltiples lecturas. Plagada de referencias a personajes y situaciones de Universos Dceros y marvelitas, el jugo de esta serie son los personajes extremos de verbo ágil y las amenazas globales y cómo son solventadas por el grupo en cuestión.
Apollo y Midnighter, o Supes y Batman pero en plan gay: Dos personajes que se mueven más allá de sus referentes más icónicos gracias a Ellis que les da personalidad y carcterísticas propias.

Jenny Sparks: Lo malo y lo bueno del Siglo XX. Una fumadora empedernida con mucha mala leche.
Jack Hawksmoor: Quizás el héroe más bizarro. Un tipo con neumáticos en la planta de los pies y con el poder de ¿ciudades? Una frikada, vaya.
Ingeniera: Si el extremis es la evolución de Iron Man, ella lleva ya la versión 2.0.
Swift: un chica con alas. Y punto.
El Doctor: Personaje que hay que meter para darle el toque psicotrópico a una serie con vocación polémica.
El transporte: Una nave viva que viaja a través de los sueños de los telépatas. Toma ya, niños.
Las historias (que es lo importante) no dejan de ser un espectáculo muy bien contado, muy entretenido y plagado de escenas dignas de una peli blockbuster. Malos, malosos y parásitos que intentan reconquistar la Tierra. Un puntazo que te deja con las carnes abiertas. A toro pasado pierde algo de impacto su planteamiento. Pero ocho años después de su salida al mercado sigue siendo un ejemplo de aventuras e superhéroes.
Del mensaje ideológico que intenta plasmar, pues me ha resultado fallido, maniqueo y que sobraba. La institución de superhéroes como elementos de poderío máximo podría haberse explicado mejor, y se queda en un quiero y no puedo, ahogado ante tanta explosión y frases molonas.