viernes, 22 de junio de 2007
ESCUADRÓN SUPREMO.
jueves, 21 de junio de 2007
MARVEL ZOMBIES.
Sólo se me ocurre calificarlo de gamberrada. Una gamberrada oportunista surgida de una idea de relleno y un autor, que pasaba por allí, habituado al “género”. Y de mal gusto.
Marvel Zombies no tiene más contenido que el de ser una tomadura de pelo. Vulgar, chabacana, zafia, torpe, carente del ingenio que supone ir más allá del triste homenaje que suponen las portadas, y las mil y una portadas alternativas, a cubiertas que los años han convertido en clásicos del cómic, por su calidad y significado. Marvel Zombies es cualquier cosa menos calidad. Y su significado no es otro que representar el tipo de cómic que se promueve en la editorial, sin otro argumento que el golpe de efecto fácil.
La historia parte de un guión que no conduce a ningún otro sitio que no sea a ninguna parte. Resulta curioso el título, teniendo en cuenta que la historia bien podría haberse realizado con personajes, no ya de cualquier otra editorial, si no inventados sobre la marcha.
Del dibujo poco hay que decir. Sería más oportuno mencionar que el artista podría molestarse en tomar ejemplo del creador del engendro, Greg Land. Porque de Land se podrá tener la queja (o no) de sus referencias fotográficas, cosa que no se hace con otros como Alex Ross, pero no se puede negar que el resultado final de su trabajo es infinitamente superior, con o sin ayuda de los magníficos coloristas que le acompañan habitualmente. E incluso agradable a la vista, a pesar de lo que se está mostrando. El dibujante de Marvel Zombies no es capaz de reflejar truculencia. No tiene siquiera la capacidad para mostrar el horror que se podría esperar de la “historia”.
Marvel Zombies no es más que un disparate bañado por el aparato generador de publicidad de la editorial. Un producto que ni siquiera puede aspirar a ser entretenido porque sus autores ni siquiera son capaces de jugar con lo que debería haber sido la premisa básica de la obra, que no es otra que la sorpresa de mostrar que lo que conocemos no es lo que parece.
En cambio, Marvel Zombies si es lo que parece. Un engaño que ni siquiera es capaz de respetar sus propias normas. Unas normas basadas en que, simplemente, no había normas.
lunes, 18 de junio de 2007
MS. MARVEL
Ms. Marvel es, ni más ni menos, un tebeo entretenido. Lo que hoy en día ya es mucho pedir. A lo largo de estos seis números el guionista nos muestra la nueva situación del personaje tras los acontecimientos de la Dinastía de M, y lo hace de la manera más sencilla. Con historias llenas de aventuras, invasiones, peleas, viajes, invitados especiales, viejos conocidos, y otros que no tanto. ¿Se puede pedir más?
Pues claro que se puede. Al dibujo, Roberto de la Torre. Curtiendose número a número, pero ya con maneras más que suficientes para satisfacer cualquier paladar.
Su trabajo se ajusta perfectamente al guión. Lleno de dinamismo. Dibuja a una Carol Danvers espectacular, tanto en belleza, como en su papel de heroína. Y todo en una ambientación excelente y con un eficaz sentido de la narración.
Una lástima las portadas de Frank Cho. La que adorna la cubierta del tomo es la única en la que el personaje protagonista es el centro de atención, y no está especialmente lograda.
Más agradable a la vista la del propio de la Torre para el número que abre el tomo. Algo contra lo que luchar, creo, por parte de los lectores. La especial manía de las editoriales de colocar de portadista a un autor pensando más en el nombre que en la calidad.
En compensación, y espero que sirva de precedente, el artículo del tomo se centra en el recorrido del personaje, que no será particularmente conocido entre los lectores más jóvenes. Más alguna que otra ilustración curiosa, que no justifica por sí sóla la compra del tomo pero ayuda a convertirlo en un producto redondo.
jueves, 7 de junio de 2007
THE AUTORITHY.
autoridad.
1. f. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o de derecho.
2. f. Potestad, facultad, legitimidad.
3. f. Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia.
4. f. Persona que ejerce o posee cualquier clase de autoridad.
6. f. Texto, expresión o conjunto de expresiones de un libro o escrito, que se citan o alegan en apoyo de lo que se dice.
Después de este inciso filológico. Tengo el honor de reseñar el volumen 1 de "The Authority", el tochaco de Norma, los 12 números que cuentan las primeras aventuras del grupo guionizadas por Warren Ellis y dibujada por un Bryan Hitch molón, molón y con un aire a lo Alan Davis que no le queda nada mal.
Authority es un hijo de un época donde los superhéroes estaban anquilosados. No existían ni los Ultimates, ni Nextwave y todo se fraguaba a base de mallitas, historias de toda la vida y buenas intenciones. Authority se plantea como un entretenimiento de magnitudes épicas y un aire fresco y de múltiples lecturas. Plagada de referencias a personajes y situaciones de Universos Dceros y marvelitas, el jugo de esta serie son los personajes extremos de verbo ágil y las amenazas globales y cómo son solventadas por el grupo en cuestión.
Apollo y Midnighter, o Supes y Batman pero en plan gay: Dos personajes que se mueven más allá de sus referentes más icónicos gracias a Ellis que les da personalidad y carcterísticas propias.
Jenny Sparks: Lo malo y lo bueno del Siglo XX. Una fumadora empedernida con mucha mala leche.
Jack Hawksmoor: Quizás el héroe más bizarro. Un tipo con neumáticos en la planta de los pies y con el poder de ¿ciudades? Una frikada, vaya.
Ingeniera: Si el extremis es la evolución de Iron Man, ella lleva ya la versión 2.0.
Swift: un chica con alas. Y punto.
El Doctor: Personaje que hay que meter para darle el toque psicotrópico a una serie con vocación polémica.
El transporte: Una nave viva que viaja a través de los sueños de los telépatas. Toma ya, niños.
Las historias (que es lo importante) no dejan de ser un espectáculo muy bien contado, muy entretenido y plagado de escenas dignas de una peli blockbuster. Malos, malosos y parásitos que intentan reconquistar la Tierra. Un puntazo que te deja con las carnes abiertas. A toro pasado pierde algo de impacto su planteamiento. Pero ocho años después de su salida al mercado sigue siendo un ejemplo de aventuras e superhéroes.
Del mensaje ideológico que intenta plasmar, pues me ha resultado fallido, maniqueo y que sobraba. La institución de superhéroes como elementos de poderío máximo podría haberse explicado mejor, y se queda en un quiero y no puedo, ahogado ante tanta explosión y frases molonas.