Si hay algún personaje en la actual Marvel que esté absolutamente desaprovechado, ese es Tony Stark.
No lo digo por que sea un personaje tremendamente atractivo. La verdad es que la idea de enfundarse una armadura para "desfacer entuertos" ya la inventó Amadís de Gaula). Y tampoco es que sea tremendamente original, ya que Tony Stark bebe muy mucho del señor Wayne (las diferencias más palpables son que Bruce es un amargado y no está lisiado). Es decir, el millonario con mayordomo "tocagüevos" que organiza a los héroes más poderosos, y que no para de inventar "juguetitos"... hay mucha similitud.
El caso es que desde la guerra civil, Iron Man no solo es el director de S.H.I.E.L.D., sino que es el promotor de la Iniciativa.
¿Qué significa eso? Que es el puto amo... ¡perdón!, rectifico: Que DEBERÍA ser el puto amo: Jefe de la mayor organización de contraespionaje del mundo; creador de la mayor red de satelites que pueda existir; uno de los cerebros más privilegiados del universo Marvel; Absoluto jefe y controlador de todos los supergrupos que componen la iniciativa (un supergrupo en cada estado americano); y para colmo, su ser está compuesto por el extremis, un virus que ha integrado la armadura en su propio ser, con posibilidad de conectarse a todos los satelites, a internet... El auténtico dios tecnológico y señor de todos los héroes registrados.
Sin embargo, nada de esto sirve para dar la verdadera profundidad que el personaje debiera haber tenido.
Cada vez que aparece en una serie que no es la suya, es para que lo vapuléen (Thor, World War Hulk, etc.) o para que lo toréen (capitán America).
Pero es que además su propia serie no nos cuenta nada interesante. Sencillamente, Knauff no sabe que hacer con el personaje. Aunque el dibujo de De la Torre es digno, con aires de novela negra, no basta para convencernos. Iron Man no hace más que dar vueltas sobre problemas singulares, en lugar de darnos una visión global de todos los asuntos que deberían ocupar la agenda de un personaje con tamaña responsabilidad.
No se le ocurre otra cosa mejor al bueno de Kanuff que enredar a Tony en una persecución de un supuesto Mandarín (con la excusa del extremis por medio) como si aún fuera el Iron Man de Gene Colan, sin prestar atención al resto del mundo (por no decir a la defensa nacional).
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