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jueves, 14 de agosto de 2008

THE DARK KNIGHT: LEDGER vs. NICHOLSON

Por Obivalderobi

Acabo de llegar del primer pase de "El Caballero Oscuro". Las críticas del otro lado del charco son apabullantes (no sabíamos si por el morbo de la muerte de Ledger, o por la peli en sí), y, con ansiedad me he sumergido durante 140 minutos en la vorágine de Gotham... Y he descubierto que hay parte y parte.

No me malinterpreteis. He disfrutado como un niño en un puesto de chucherías, pero también he descubierto el poder de admiración y curiosidad que despierta la muerte, y de ahí el título del post.

Desde "Batman Begins" lo que más me sorprendió era ver Gotham de día. En las películas de Tim Burton y Joel Schumacher la ciudad era tan gótica, que parecía que el sol no salía nunca para sus habitantes. En las dos últimas entregas aparece bastante acción de día y en una ciudad real, lo cual se agradece, pues el "tono oscuro contínuo" llega a cansar. Y además vemos el contraste de la"luz de Bruce Wayne" (normalmente parece con el día o con lugares muy iluminados) con la "oscuridad de Batman" (la noche, los contenedores, los muelles nocturnos).

No sé si Christopher Nolan es fan de Batman. pero si se puede decir que ha sabido adaptar el film a lo que ahora es Batman.

No nos engañemos. No es que estas películas sean mejores que la de los noventa (bueno, mejor que las de Schumacher sí), es que Batman no es el mismo.

Hace diecinueve años todos caímos hechizados por la interpretación magistral de Jack Nicholson en el papel del Joker... Papel que tras ver la interpretación de Ledger se nos antoja un tanto infantil. Pero el problema está en el rasero que utilizamos para la medida.

En 1989, DC comics estaba embarcada en recontar todos los orígenes de los personajes. 1986 fue el año de "Crisis en tierras infinitas" (auténtica puesta a cero de todos los héroes de la franquicia) y Batman sufrió la remodelación de personalidad con la que Frank MIller marcaría al personaje. Pero el gran referente para entender a Nicholson como Joker fue "La broma asesina" de Alan Moore, que se publicó el año 1988.

En este comic, Mr. Moore se empeñó en darle un origen a la locura del Joker con la historia de la capucha roja. Todos me odiarán y dirán ¡¡¡BLASFEMO!!!, pero ¿racionalizar la locura de Joker, darle un origen? este fue el peor error de Moore... y ese error, no sólo le resta terror a la locura del Joker, sino que la degrada a un nivel tan bajo, que el payaso pasa a ser un pobrecito enfermo mental con una vida marcada por la desgracia, desgracia que le impulsa al crimen.

Y ésta fue la plantilla que sirvió a Jack (y a Burton) para darnos su versión del Joker. Nicholson, con el guión que tenía, hizo una interpretación sublime. Su Joker estaba rematadamente loco, era mortal, teatral y ese era el perfil del personaje que encontrabas en cualquier serie del murciélago en esa época.

Pero los Nolan hacen oidos sordos a ese origen, y recuperan un Joker que es la esencia de un psicopata sin atisbo de humanidad.

Este Joker se estremece con una risa nerviosa que denota imprevisibilidad. En la mente de este Joker no sabemos que vamos a encontrar. Es mortalmente peligroso. No gasta bromas. Pasa directamente de la extorsión al asesinato sin un atisbo de duda.

En definitiva, que recoge otros rasgos del mismo comic obviando aquellos detalles que intentan dar justificación a su modus operandi (al final de esta historia vemos como él y Batman se echan unas risas, haciéndonos ver que representan las dos caras de una misma moneda, pero que en el fondo son más parecidos de lo que desearían).

Y Ledger lo borda. Y los Nolan lo bordan. El joker no necesita una motivación para hacer lo que hace. Bueno, si que la necesita, pero no es un trauma, no es una desgracia... es saber que todo lo que hace, lo hace porque Batman existe. La existencia de Batman es el motor que impulsa los ataques del Joker. Sin Batman, el Joker no tendría inspiración. Así. Sin más.

Y es esto lo que verdaderamente da terror en la figura patética, delgada y maquillada del Joker. "Todos tienen un plan. La policia tiene un plan. Batman tiene un plan. Yo no tengo plan. Soy un agente del caos." Le confiesa a Harvey Dent.

Él actúa porque Batman necesita del Joker. Si Batman se desenmasacarse y dejase de ser héroe, el Joker lo mataría y luego se suicidaría (eso sí, de alguna forma absolutamente teatral y por todo lo alto).

Dicho esto. Ledger lo borda... pero tiene un fantástico guión al que responder. No olvideis eso.

También la imagen del "payaso del crimen" ha variado. Burton utilizó un look estático. El Joker de 1989 no se maquilla, sino que su rostro está deformado por el accidente que sufrió, usando ropas coloridas y estrambóticas. En 2008 el Joker viste los mismos colores, pero sin utilizar tonos vivos y utiliza maquillaje, sólo para remarcar su propia individualidad y su extremo anonimato ("No hay referencias de huellas dactilares, ni registros dentales, ni marcas de ADN..." asevera la policia cuando lo detienen). Este Joker no es una persona, es una fuerza de la naturaleza, un avatar de los dioses. Es el lado oscuro de Batman ("Yo no tengo ningún principio por el que luchar, y eso me diferencia de tí. Pero pierde ese principio y serás como yo" le escupe a Batman en su cara).

En cuanto al resto, el film te lleva de una situación crítica a otra, sin darte respiro, viendo de camino todo el entramado infraestructural del murcielago y sus juguetitos de "Wayne enterprises I+D".

Y ahora, para pasar a otro aspecto de la película, voy a hacer mio el slogan político de la trama: "I believe in Harvey Dent".

Todos hablan de Heath Ledger (la muerte es un poderoso agente de ventas), pero nadie habla de Aaron Eckhart.

Eckhart es Harvey Dent en todos los sentidos... todos los sentidos que te hayan llevado a leer "El largo Halloween", "Dark Victory" o cualquier guión de Jeff Loeb. Pero cuando ves el desarrollo del personaje en el film... "Creerás en Harvey Dent.

Es la gran joya olvidada del largometraje. Es la perfecta evolución de un personaje. Sufres con él y te alegras con él. Incluso lo vitorearás en sus decisiones. Es audaz. Es valiente. Se enfrenta a la mafia con la soledad y el descaro de los héroes medievales ("Esta es la cara del héroe que necesita Gotham" le dice Batman a Gordon), y por este héroe, Batman pasará de vigilante aclamado a fugitivo perseguido. La actuación de Eckhart convence a los más escepticos. Pero no se ha muerto despues de rodar, y ya sabemos lo que engrandece a un artista la muerte.

En fin. Creo que Christopher Nolan se merece un 10 por su dirección y por su guión. La adaptación es fiel a los tiempos que corren.

Y, lo más importante. Cualquiera que vea las pelis, podrá encontrar a este Batman en los comics... ¡¡¡Y NO AL REVÉS, SEÑOR QUESADA!!!

PD. Por mi madre de mi alma que toda la película me la pegué pensando que Ramírez era Reneé Montoya.

3 comentarios:

Neikos dijo...

Con lo de Ramírez me pasó igual. Mi novia no paraba de decirme, esa tia es mala y yo le contestaba: "esa no puede ser mala que es Reneé Montoya". Lo que es tener ideas preconcebidas, jeje.

Unknown dijo...

Yo creo que hemos sido muchos los que "hemos caido"... y es una pena que al final ni fuese ella y que además fuese "mala".

Jorge Hernández dijo...

Acerca de los tiempos y el pensar de la sociedad, es muy acertivo. Hablar de Joker en los 50's da otros matices a los que vamos conociendo a través del tiempo. Que bueno que los comics evolucionan conforme a la sociedad. Un aplauso para Nolan. El Joker de la última película es mas humano que los anteriores; prefiero el maquillaje y cero identidad conocida(la real intención de sus creadores), que una piel decolorada por sustancias químicas (como un mutante), y un hombre con una histiria con desgarcias que lo determinan, tal como se menciona anteriormente.